Así vivimos desde dentro nuestro paseo trailrunnero por Panticosa y El Pueyo de Jaca
Mes: noviembre 2014
Go, allez, vamos… pero por el monte tensino
El pasado 23 de noviembre celebramos otra esperada cita con las guerreras del 10KClubZaragoza –ese grupo de entrenamiento del que os he hablado en alguna ocasión-. Habíamos elegido ese domingo para volver a corretear por montaña y aprovechar un otoño que se resiste a desaparecer.
El escenario escogido… pues qué os voy a decir… uno que me tira mucho desde que era pequeño por la implicación emocional que tengo con él: Panticosa y El Pueyo de Jaca. Jooooodo. Cuando tuve que elegir ruta no tuve ni una duda; de cabeza a este rincón tensino tan acojonantemente guapo.
Puntuales y con muchas ganas nos reunimos las 55 valientes del club -uniformadas con un naranja que no pasa desapercibido- y varios monitores en las instalaciones deportivas de La Paúl, a las afueras de Panti. Breve explicación de qué íbamos a hacer y rápidamente a correr desbocad@s.
Bajada preciosa de aperitivo hasta El Pueyo de Jaca, paso fugaz por el pueblo y primer y único repecho destacable por el Camino de la Acequia. Qué preciosa estaba la senda, qué alfombra bajo nuestros pies, qué buen rollo generalizado, qué vistas, qué tramo desplomado junto al río, qué pasamanos de acero para no caernos al agua… Obligada parada técnica. Tuvimos que pasar de una en una y con mucha precaución. Que sepas Celia que fuiste la que más genio le plantó al vértigo… me quito el sombrero.
Continuamos a un ritmo muy suave hasta que cruzamos el cauce del Caldarés por un puente aéreo que quita el sentido. Menudo rincón más guapo… ¿cómo íbamos a pasarlo sin hacer un millón de fotos?. Teléfonos, cámaras y rostros que decían “nos lo estamos pasando mal, ¿sabes?”.
Ahí enlazamos el Camino de Las Palizas y bajamos por una densa selva de bojes. Los entrenamientos del grupo están dando buenos resultados y a pesar de no tener demasiada destreza en el trail, los ritmos eran buenos y la fatiga ni siquiera había hecho acto de presencia.
Llegamos de nuevo a El Pueyo de Jaca, traguito de agua y a Panticosa. Esta vez en sentido ascendente con alguna que otra rampa considerable. Cuando llevábamos una hora de actividad propusimos estirar el trote subiendo al Mirador de Santa María. Era opcional y ¿sabéis qué?… que todas se apuntaron.
Cuando hicimos ese recomendable añadido nos esperaba un avituallamiento que todos agradecimos: agua, sandwiches riquísimos cortesía de Lorena (Delicados Bocados se llama su empresa) y rock duro a todo trapo sonando en los altavoces.
El intenso correteo necesitaba de un relax que pudimos disfrutar en la piscina cubierta de La Paúl. Y quien dice piscina también dice baño turco y sauna. El ayuntamiento de Panticosa se enrolló mucho con nosotros y nos lo puso muy fácil (abriendo incluso las instalaciones para el grupo). Chapuzón y chapuzón mientras compartíamos cómo había transcurrido el entrenamiento.
Finalmente, en Casa Morlans, comimos como curas y brindamos por un día en el que todo, absolutamente todo, salió mejor de lo que estaba previsto.
Para este humilde servidor fue un placer llevar al grupo y aportar un minúsculo granito de arena para que las chicas le pillen el gustillo al monte y a los senderos. Un honor, un lujo y una gozada haber formado parte de ese equipazo en el que superación y avance retumban siempre en cada zancada.
¡¡¡Bien por el 10kClubZaragoza, por sus integrantes y por los panticutos y lapayones que nos ayudaron!!!. Carlos, Jaime, Fran… os debo una.
Ya no soy friki
Hace cuatro años empecé a correr y, sin duda, fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Estoy muy orgulloso de haberme calzado las zapas y haber adquirido un hábito que solamente tiene pros. Ni un solo contra.
Los inicios fueron torpes, lentos y pesados pero imagino que similares a los de muchos otros (en mi caso empecé de -10 y no de cero por aquello de los cigarrillos, las catas y demás). Había que ponerse en marcha y así lo hice. Octubre de 2010 supuso mi bautismo, mi primera vez.
Más tarde -sería 2011- llegó la época esa en la que el running es monotemático y centraliza cualquier conversación. Lo cansinos que podemos llegar a ser hablando de entrenamientos, marcas, carreras, equipación y demás. Jodo. Como si fuésemos pros. Menuda tontería que nos entra cuando salimos a trotar. ¿Será posible el postureo que hay en este mundillo?. Por suerte para mi esa etapa pasó.
Ahora mismo me resbalan las marcas, los kilómetros acumulados y los ritmos. Eso quedó atrás. Como dice el bueno de Lorentzero: “…sigo corriendo y espero seguir haciéndolo durante muchos años porque me gusta, no hay más explicación, es así de sencillo”. Sabias palabras las de mi colega donostiarra. Leed el post entero porque no tiene desperdicio (https://lorentzero.wordpress.com/2014/04/30/correr).
Correr por correr es lo que impera y lo que me mueve, por puro placer. Tiene mucho mérito salir a trotar, con o sin ganas, con más o menos pretensión.
Cualquiera que lo hace tiene mi respeto más absoluto porque es un gesto digno de alabanza. Da igual que sea el que va a 7´/km o el que se sacude unas series a ritmo de gacela. Me quito el sombrero por igual: animalicos que hacen cosas imposibles y quienes deciden empezar de cero.
Sin embargo, que el principiante salga con tontadas de jugar a ser elite no me parece ni medio normal. Encima, cuando se atreve a dar consejos y a dogmatizar a mi me hierve la sangre. Bueno, cada vez menos. Como dice el refrán “a palabras necias, tu madre es puta”.
Por suerte y satisfacción personal, estoy en un grupo de entrenamiento para súper guerreras runners (10K Club Zaragoza). Naturalmente no actúo en condición de preparador, que para eso están ya los máster and comander. Yo aporto pequeñas dósis de ánimos y motivación además de prestar apoyo a entrenadores y corredoras. Ni harto de vino trataría de aleccionar a alguien careciendo de la base que debe tenerse. Zapatero a tus zapatos.
Haber empezado a correr con las chicas confirmó algo importante en mi vida de popurruner: ya no soy friki. Me gusta ponerme la ropica y compartir experiencias. Me gusta mantener una charrada mientras se sincronizan zancadas. Me gusta la cerveza después de cada salida. Me gustan las carreras populares. Me gusta trotar por el monte yendo sólo, a mi marcha y con mi silencio. Me gustan también los retos, por supuesto, pero sin volverse loco. Me gusta el boom del running humilde y modesto. Me gustan muchas más cosas que andar haciendo el gamba pensando en olimpiadas y campeonatos internacionales.
Mi amigo Carlos García, que junto con su gemelo y también friend Roberto participó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, me dijo cuando empecé “tú sal a correr y disfruta, que para sufrir ya estamos los que nos dedicamos a esto”.
El postureo runner forma parte ya de este deporte en su versión popular. Pero no es un mundillo exclusivo porque en cualquier otro, véase vino por ejemplo, sucede lo mismo. Los listillos saborean excelentes caldos criados en tonel americano siempre y cuando no están en el fisio por un principio de tontitis plantar.
Como afición que es, al menos para mí, que sea divertida y sin tonterías. Como placer que me proporciona que sea eso, placentero. Y como ejercicio de crecimiento personal, que me permita crecer. Punto pelota. Seamos modestos y humildes. Corramos para pasarlo de puta madre y no finjamos ser diestros atletas cuando no tenemos ni idea de lo que eso conlleva.